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miércoles, 1 de septiembre de 2010

DIETAS MILAGRO

Las dietas milagro son aquellas dietas que sin un fundamento médico o nutricional nos prometen una forma rápida y fácil de perder peso. Por lo general, estas están muy por debajo de las necesidades nutricionales básicas para un adulto, con lo que resultan ser dietas muy poco equilibradas, y con bastantes carencias a nivel de minerales y vitaminas. Acostumbra a suceder, que una vez se deja la dieta, se recupera más peso del que se había perdido, lo que recibe el nombre de efecto yo-yó o rebote. Si se consigue la pérdida de peso, es a costa de su salud, porque con estas dietas se llegan a hacer auténticas barbaridades, visto desde el punto de vista de los profesionales. Nuestro organismo se resiente, y si conseguimos seguir alguna de estas, nos podemos empezar a sentir cansados, irritados, con dolores de cabeza, sufrir de insomnio, pérdida de cabello… Si la mantenemos por un largo período de tiempo, las consecuencias pueden ser mucho más graves, como anemia, alteraciones del riñón, del corazón, óseas, estomacales…

Existen miles de tipos: dieta disociada de Hay, dieta Atkins, dieta Clínica de Mayo, dieta de la Luna, dieta de la Sopa, dieta de Montignac…

Hemos de ser conscientes de que los milagros no existen, y que no se puede perder en unos días o semanas todo lo que hemos ganado durante unos meses o años. Lo más recomendable para una persona que esté interesada en perder peso es que acuda a un profesional y que este mismo le vaya haciendo un seguimiento, sino vemos claramente que su salud puede verse resentida.

Lo más aconsejable para nuestro organismo es promover un estilo de vida saludable, seguir una dieta mediterránea, la cual posee realmente beneficios que han sido probados, como el aumentar el HDL colesterol o "colesterol bueno" y reducir el LDL colesterol o "colesterol malo", entre otras. Además, vemos que es muy rica en fibra y antioxidantes. Acompañando a este tipo de alimentación, deberíamos incluir la práctica de ejercicio diariamente, como puede ser el simple hecho de pasear 1 hora al día.

También mejorará nuestra salud el aumento de la ingesta hídrica, que debe ser alrededor de los 2 litros de agua, al igual que repartir nuestra ingesta en 4 o 5 tomas.

Mantener estos nuevos hábitos alimentarios saludables nos ayudará ,en un futuro, a no volver a coger esos quilos de más y que nuestra salud se mantenga en un estado óptimo y sin carencias de ningún tipo.

N. Febrer

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